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EL CHANTAJE DEL CUCO

¿Conoces su táctica reproductiva?

Se basa en aprovecharse de que otro ave construya su nido, incube sus huevos y
alimente a sus crías. Un buen plan, ¿verdad? ¡Pero eso no es todo!
Su maléfica estrategia tiene un fundamento genético.
¿Te gustaría averiguarla?



Cuando las crías de ave están hambrientas normalmente pían para demandar alimento a sus progenitores, quienes dejan caer un rico gusano o insecto en sus picos abiertos.
Según lo fuerte y agudo que píen, indicará cuán hambrientas se sienten.

Así, si el alimento lo recibe quien pía más fuerte, todas tenderán a obtener su justa proporción, pues desde el momento en que una de ellas obtenga el alimento suficiente, no lo pedirá con tanta insistencia. 

No obstante, no perderán la oportunidad de engañar si eso conlleva recibir más alimento. Así pretenderán parecer más hambrientas de lo que se siente en realidad.
¿O tú no harías lo mismo en su situación? 😜

El inconveniente está en que los sonidos agudos que emiten tienden a atraer a los depredadores, además de consumir demasiada energía.
Por esta razón, la táctica no compensaría, pues con esta acción pondría el 50% de sus genes en peligro (correspondientes a cada uno de sus hermanos/as), así como el 100% de los genes propios.


Esta táctica es más probable que beneficie al cuco (Cuculidae), pues no estaría arriesgando sus genes en sus hermanos/as adoptivos/as. 
Esto se debe a que es un parásito de puesta: la madre pone los huevos en los nidos de otras especies de aves para que los críen.
Si uno de los polluelos de cuco pía con bastante fuerza para atraer a los depredadores, tendría mucho que perder (su vida), pero la madre adoptiva tendría aún más que perder, quizá cuatro o cinco crías. 
Por ello le proporcionará alimento suficiente para "hacerlo callar".

CHANTAJE GENÉTICO CONTRA SUS PROGENITORES "ADOPTIVOS"


Los genes para piar fuerte son muy numerosos en el acervo génico (conjunto de genes de una especie) de los cucos al aumentar las posibilidades de que los alimenten.
Al mismo tiempo, en las especies de aves adoptivas se han esparcido los genes responsables de responder a estos fuertes sonidos, pues si no alimentan bien a los polluelos de cuco, ponen el peligro a sus propias crías frente a los depredadores atraídos.

Además de este comportamiento, puede presentar otras estrategias más crueles:  
Su corto período de incubación permite que el polluelo del cuco salga antes del cascarón que sus hermanos/as adoptivos/as, y de 
forma ciega y mecánica, arroja a los demás huevos fuera del nido. 
Su estrategia consiste en deslizarse bajo un huevo, mantenerlo en equilibrio en el hueco que forma su espalda entre los huesos de sus alas y dejarlo caer al suelo. 
De esta manera logra tener la atención total de sus progenitores adoptivos. 

Dejo por aquí un vídeo donde se puede apreciar esta maniobra: 

Un gen para este tipo de comportamientos no sería útil en las especies corrientes, ya que aunque provocaría que el polluelo se apodere de una cantidad mayor de alimento, aumentando sus probabilidades de supervivencia frente a sus hermanos/as
, pagará su castigo cuando se convierta en progenitor/a, pues sus propias crías tenderán a heredar el mismo gen y ello reducirá su éxito reproductivo total. 
Se verá aprisionado/a en su misma trampa. 


                                                                                                           Autora: Natalia Celaya Rojas

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